Tensión en el Peronismo Cordobés: ¿Fractura Inminente?
El peronismo en Río Cuarto enfrenta un momento crucial, con el riesgo de fracturarse irremediablemente. A pesar de los esfuerzos del partido liderado por el intendente Juan Manuel Llamosas para respaldar la candidatura de Guillermo De Rivas, apoyado cada vez más abiertamente por el Gobierno provincial, la proximidad de las elecciones del 23 de junio presenta un escenario fracturado por la irrupción de Adriana Nazario, quien está próxima a anunciar su candidatura independiente del consenso oficialista.
Esta situación evoca eventos pasados, particularmente dos episodios en 2023 cuando el PJ perdió el poder municipal debido a la división del electorado entre dos candidatos. Uno de estos sucesos ocurrió en Coronel Moldes, otro el más importante el resultado en La Calera que afectó más a la capital.
El Gobierno de Córdoba ha insinuado su intervención más activa en la campaña, lo que sugiere que las grietas internas aún no se han cerrado por completo. La ausencia del gobernador Martín Llaryora en la campaña puede interpretarse como un indicio de esta tensión latente.
El peronismo cordobés está experimentando una fractura preocupante en varios frentes, y la Casa de Gobierno está recurriendo a tácticas para mantener la unidad a toda costa.
¿Qué está sucediendo realmente? Muchos ciudadanos se están sientiendo defraudados por algunos líderes que priman sus propios interéses. La situación se torna cada vez más tensa con la aparición de candidatos independientes, como Adriana Nazario en Río Cuarto, desafiando abiertamente el consenso oficialista.
Esto refleja una historia repetida en la que el PJ ha perdido terreno debido a divisiones internas, como lo evidenciaron las elecciones pasadas en La Calera. Ante esta amenaza de desunión, la Casa de Gobierno está recurriendo a mensajes intimidatorios para evitar que la situación se descontrole. Sin embargo, la falta de respaldo decidido del gobernador Martín Llaryora podría ser un indicador de la profundidad de las grietas internas dentro del partido.
Mientras tanto, los ciudadanos observan con preocupación cómo su partido político de referencia se desintegra ante sus ojos, dejando un sabor amargo de desilusión.
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